miércoles, 11 de marzo de 2015

INDEPENDENCIA DE MÉXICO

Independencia de México
El periodo de nuestra historia conocido como la Guerra de Independencia empieza (estrictamente hablando) la madrugada del 16 de septiembre de 1810, cuando el padre Miguel Hidalgo da el llamado "Grito de Dolores" y termina el 27 de septiembre de 1821 (11 años después) con la entrada triunfal del Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, a una jubilosa Ciudad de México. El objetivo principal de este movimiento (armado y social) era liberar a nuestro territorio del yugo español y que, en cada rincón de la Colonia se olvidase por completo el concepto del virreinato.


Como es lógico de suponer, antes de 1810 hubo antecedentes ideológicos notables encaminados "por esa hambre de libertad" que ya operaban, principalmente, en las mentes de los criollos (personas nacidas en México pero de padres europeos); se sabe incluso que, antes de estallar la Independencia, uno de los grandes pensadores de la época, fray Melchor de Talamantes, había logrado circular varios escritos subversivos en los que se afirmaba que el territorio mexicano, por tener "todos los recursos y facultades para el sustento, conservación y felicidad de sus habitantes", podía hacerse independiente y que, además de posible, la Independencia de Méxicoera deseable porque el gobierno español no se ocupaba del bien general de la Nueva España, como sí se ocuparía un gobierno libre, constituido por netamente mexicanos.
Etapas de la Independencia

De acuerdo con los especialistas, el estudio del desarrollo histórico de este importante movimiento revolucionario se puede entender mejor si se revisan, detenidamente, los siguientes cuatro momentos o etapas más trascendentales:
Primera etapa

Abarca desde el Grito de Dolores (16 de septiembre de 1810) hasta la batalla de Puente de Calderón (en el actual municipio de Zapotlanejo, Jalisco, el 17 de enero de 1811), cuando la muchedumbre dirigida por Hidalgo -con su famoso estandarte guadalupano en mano- peleaba con más pasión y arrojo que estrategia. En este momento, cuando el cura de Dolores llegó a su cita con la historia en el Puente, sus fuerzas se calculan en alrededor de cien mil hombres (entre criollos, indios, mestizos y gente de las castas). Por su parte, los realistas, soldados leales al virrey y a la corona española, debían rondar entre los 50 mil efectivos.
Segunda etapa

En este periodo entra en escena José María Morelos y Pavón. Éste va desde principios de 1811 hasta la toma del Fuerte de San Diegoen Acapulco (en agosto de 1813). Durante este tiempo, los insurgentes se anotaron varios triunfos siendo los más sonados los obtenidos en las regiones del centro -en Cuautla, donde llegaron a romper un importante cerco- y en el sur -en Acapulco y Chilpancingo, donde incluso gestionó el primer Congreso de Anáhuac- de la actual República Mexicana.
Tercera etapa
Ésta se caracteriza por un gran desorden. Con la muerte del “Siervo de la Nación” (fusilado en Ecatepec, en el Estado de México), se crea un gran vacío en el mando del grupo insurgente y los realistas, aprovechando esta situación, al mando del temible General Félix María Calleja logran rehacerse y recuperar la ofensiva. En esta etapa se rinde el último reducto importante insurgente y, técnicamente, los leales a la corona han ganado la guerra. Sólo unas cuantas partidas, como la que comandaba Vicente Guerrero (en el sur), siguieron en pie de lucha. Este periodo acaba en febrero de 1821 con la firma del trascendental “Plan de Iguala”.
Cuarta etapa
Ésta transcurre del 24 de febrero de 1821 hasta el 27 de septiembre de ese mismo año cuando el Ejército Trigarante, al mando del ex realista, Agustín de Iturbide, entra triunfal, junto con Vicente Guerrero, a la Ciudad de México. El contingente, compuesto por los soldados del General Iturbide (ya convertidos) y los insurgentes que aún quedaban, avanzó por la actual calle de Madero en el Centro Histórico del DF hasta alcanzar la popular plancha del Zócalo. Con este pasaje terminó formalmente la lucha por la Independencia de México.


lunes, 9 de marzo de 2015

EL VIRREYNATO DE LA NUEVA ESPAÑA

El Virreinato de Nueva España

Tras la destrucción del Imperio Azteca y el sometimiento de los nativos, los conquistadores españoles se dispusieron aderribar la antigua capital azteca, Tenochtitlán, y fundar una nueva ciudad de aspecto europeo, Ciudad de México, que se convertiría en la capital del Virreinato de Nueva España. 

Con la construcción de la nueva capital, España hizo especial enfasis en la europeización de los territorios recién conquistados, introduciendo instituciones políticas occidentales, como las iglesias, la encomienda y los ayuntamientos, con el objetivo de afianzar su dominio en la región. 
Una vez derribados los últimos vestigios de dominación índigena a manos de Hernán Cortés, designado como Capitán General de la región, la metrópoli deció constituir estos nuevos territorios como un virreinato, delegando la función de virrey sobre Antonio de Mendoza, en 1536.

El Virreinato de Nueva España ocupó, en su máxima extensión, América Central, las Antillas, el centro y sur de los actuales Estados Unidos y Filipinas.

El impacto demográfico producido tras la conquista, fue enorme. Un alto porcentaje de la población nativa había muerto a causa de las enfermedad estraídas desde Europa, tales como la viruela o la tuberculosis, y los sistemas de trabajo forzado a los que habían sido sometidos los indígenas aceleraron el retroceso demográfico iniciado durante los primeros años de la conquista. El asentamiento de españoles y su posterior mezcla con los nativos, dio origen a los mestizos, que se convertirían en la raza predominante en la mayor parte de Latinoamérica.

En el plano económico, en el  Virreinato de Nueva España obtuvo especial relevancia la minería y el comercio. 



El descubrimiento de numerosos yacimientos mineros, captó la atención de la Corona, que se dispuso a explotarlos. Estas minas se nutrieron de pobladores locales, que buscaban una mejora de su calidad de vida. De estos yacimientos, se extraían materiales tales como oro, plata, cobre y hierro. La creación de ciudades mineras, en torno a las minas, produjo el surgimiento de nuevas explotaciones agrícolas y ganaderas dedicadas a su abastecimiento, que junto con la construcción de caminos para dar salida a la producción de las minas, se tradujo en un importante impulso económico. La mano de obra aborigen, que se veía sometida a un régimen de explotación, era la más empleada en esta actividad. La Corona aplicaba un impuesto, conocido como el Quinto Real, del 20% del producto extraído, apoyándose en una serie de bulas emitidas por el Papa Alejandro VI en 1494, mediante las cuales todo el suelo y el subsuelo conquistado en América, pertenecería a España.

La minería poseía privilegios frente a otros sectores productivos. Estos privilegios estaban fundados en el discurso económico preponderante de la época que consideraba la riqueza en función de los metales preciosos que se poseyese(mercantilismo). Las principales minas de Nueva España fueron Zacatecas, Pachuca, Fresnillo y Guanajuato.

La regulación comercial estaba en manos de la Casa de Contratación con sede en Sevilla. El monopolio y las políticas proteccionistas impuestas por la metrópoli, impidieron un desarrollo óptimo en materia económica del virreinato. El comercio directo con otras zonas del imperio estaba prohibido. Todas estas medidas proteccionistas condujeron al apogeo de actividades ilícitas tales como la piratería o el contrabando, impulsadas tanto por comerciantes locales que buscaban saltarse las medidas arancelarias y restrictivas impuestas por la Corona, como por potencias extranjeras que buscaban nuevos mercados.
A comienzos del siglo XVIII, tras la extinción de la casa de los Habsburgo y el ascenso de los Borbones en España (Guerra de Sucesión), se aplicaron una serie de reformas en Nueva España, también en los otros virreinatos, que previamente se habían aplicado ya a la España peninsular, conocidas como Reformas Borbónicas. Dichas reformas adquirieron un carácter ilustrado, acorde con el pensamiento de la época, y su objetivo era modernizar el país, y en el caso de Nueva España, la administración colonial. Los cambios comenzaron a aplicarse en Nueva España a partir de mediados de siglo. En el ámbito eclesiástico se redujo el poder del Arzobispado, se ordenó la expulsión de los jesuitas y se desamortizaron parte de los bienes de la iglesia. En el terreno administrativo se produjo un cambio fundamental: la introducción de las intendencias. Este nuevo régimen administrativo suprimió a los reinos y comandancias, dividiendo el territorio en intendencias y centralizando el poder en la figura del intendente. El Ejército también se vio afectado por las reformas. Las disputas por la posesión de diversos territorios americanos entre las potencias coloniales, empujó a la nueva administración borbónica a institucionalizar un ejército propio para Nueva

España, ya que, hasta entonces, el ejército peninsular se habían encargado de defender al virreinato de las potencias extranjeras y mantener el orden frente a las constantes sublevaciones aborígenes. También se realizaron cambios de carácter económico. La administración borbónica se esforzó por aumentar la recaudación proveniente del comercio, liberalizándolo y destruyendo los grandes monopolios. Respecto a laminería, espina dorsal de la economía de Nueva España, se crearon nuevas escuelas, se implementaron modernas técnicas de trabajo, se aumentó el financiamiento y se redujeron las cargas fiscales mediante una notable liberalización del sector.




LA CONQUISTA DE MÉXICO

LA CONQUISTA DE MÉXICO

Tras el descubrimiento de América, los europeos se interesaron por las noticias de grandes yacimientos de oro en ese continente. Carlos V, rey de España, necesitado de fondos para financiar sus campañas bélicas contra Inglaterra, autorizó que cualquier español emprendiera el “rescate de oro” en América con la condición de que su gobierno recibiera la quinta parte. 

La Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, escrita por Bernal Díaz del Castillo, quien acompañó a Hernán Cortés, es la fuente principal para conocer los sucesos relacionados con la conquista de México por el Imperio Español. Los relatos de la gente conquistada rara vez se escuchan, pero existen documentos que datan de 1528, escritos en Náhuatl, donde se relatan ocho presagios que sucedieron diez años antes de la llegada de los españoles. Éstos son una extraña aparición en el cielo; fuego consumiendo el templo de Huitzilopochtli; un relámpago destruyó el templo de paja de Xiuhtecuhtli, la apariencia de fuego cruzando el cielo; el hervor e inundación de un lago cerca de Tenochtitlán; mujeres llorando noche tras noche; la captura de una creatura desconocida en una red de pesca; y haber visto monstruos con dos cabezas caminando por la ciudad. El Emperador Moctezuma consultó a los adivinos para determinar las causas de estos presagios y no pudieron dar una explicación, hasta la llegada de los españoles. 


En 1517, Hernández de Córdoba fue enviando a explorar la península de Yucatán. Veinte y dos españoles murieron atacados por los mayas y Córdoba fue fatalmente herido. Un año después de esta fatídica expedición, el Gobernador Velazquez decidió comisionar otra, bajo el mando de su sobrino Juan de Grijalva. Sus cuatro barcos viajaron a lo largo de la costa de Yucatán para desembarcar en la región de Tabasco, parte del imperio Azteca. Antes de que ésta volviera, Velázquez decidió enviar una tercera y más grande expedición para explorar la costa de México,Hernán Cortés, uno de sus favoritos, fue nombrado comandante. Las instrucciones eran comenzar relaciones de intercambio comercial con las tribus indígenas de las costas. A Cortés, motivado por su ambición personal decía: “Nosotros los españoles sufrimos de una enfermedad que sólo el oro puede curar”. Su contingente consistió de once barcos con aproximadamente 100 marineros, 530 soldados, un doctor, algunos carpinteros, ocho mujeres, algunos cientos de cubanos y algunos africanos, libres y esclavos. 
Cortés pasó un tiempo en la isla de Cozumel, intentando convertir a losnativos al Cristianismo, después continuó su viaje a la Península de Yucatán. Encontró a Jerónimo de Aguilar, un español que sobrevivió a un naufragio en 1511 y desde entonces había estado viviendo entre los mayas. 

Cortés luego conoció a una mujer que llamó Doña Marina, conocida comúnmente como Malinche. Estos dos personajes que se integraron al equipo de Cortés fueron la clave del éxito. Cortés le hablaba a Jerónimo de Aguilar en español, él traducía al maya para Malinche y ella traducía al nahuatl, el idioma de los Aztecas. La Malinche aprendió español, se convirtió en la amante de Cortés y le dio un hijo. Malinche derivó en malinchista, un término que significa traidor. 
Hernan Cortes y La Malinche


Los totonacas ayudaron a Cortés a construir la ciudad de La Villa Rica de la Vera Cruz, el comienzo de su intento por conquistar al imperio azteca. El 10 de julio de 1519 se proclamó la Villa Rica de la Vera Cruz, la actual 

Los totonacas ayudaron a Cortés a construir la ciudad de La Villa Rica de la Vera Cruz, el comienzo de su intento por conquistar al imperio azteca. El 10 de julio de 1519 se proclamó la Villa Rica de la Vera Cruz, la actual ciudad de Veracruz. La ley de España establecía que si se fundaba una ciudad con cabildo, inmediatamente se convertía en autónoma. Cortés creó el cabildo y le ordenó nombrarlo Capitán General. Con este nuevo rango, Cortés sólo le debía obediencia al Rey de España y ya no estaría sometido a la autoridad de Velázquez. 

Los aztecas ofrecieron poca resistencia ante los avances de los españoles porque creían que Cortés era el dios Quetzalcóatl quien, según la profecía, regresaría. El hecho de que los hombres que habían llegado del mar tenían piel clara y barbas largas motivó la creencia de que la divinidad Azteca había regresado. Algunos historiadores han discutido esta versión, argumentando que este mito fue fabricado por los españoles para convencer a los aztecas sobre la naturaleza divina de su misión, facilitando la aceptación de Cristo al asociarlo con los dioses ancestrales. 

Cortés luego llegó a Tlaxcala, una confederación de aproximadamente 200 pueblos que no tenían un gobierno central. Los tlaxcaltecas llevaban casi cien años en guerra y sabían que inevitablemente los aztecas los conquistarían como ya lo habían hecho con todos los territorios alrededor. Los tlaxcaltecas tenían rodeados y prácticamente derrotados a los españoles durante su primera batalla pero fueron persuadidos por uno de sus líderes a bajar las armas, creyendo que era mejor aliarse con los españoles que matarlos. Así comenzó una muy amable alianza entre los dos, Cortés incluso convenció a los cuatro líderes de Tlaxcala a bautizarse y adoptar nombres españoles.


Los aztecas ofrecieron poca resistencia ante los avances de los españoles porque creían que Cortés era el dios Quetzalcóatl quien, según la profecía, regresaría. El hecho de que los hombres que habían llegado del mar tenían piel clara y barbas largas motivó la creencia de que la divinidad Azteca había regresado. Algunos historiadores han discutido esta versión, argumentando que este mito fue fabricado por los españoles para convencer a los aztecas sobre la naturaleza divina de su misión, facilitando la aceptación de Cristo al asociarlo con los dioses ancestrales. 



Cortés luego llegó a Tlaxcala, una confederación de aproximadamente 200 pueblos que no tenían un gobierno central. Los tlaxcaltecas llevaban casi cien años en guerra y sabían que inevitablemente los aztecas los conquistarían como ya lo habían hecho con todos los territorios alrededor. Los tlaxcaltecas tenían rodeados y prácticamente derrotados a los españoles durante su primera batalla pero fueron persuadidos por uno de sus líderes a bajar las armas, creyendo que era mejor aliarse con los españoles que matarlos. Así comenzó una muy amable alianza entre los dos, Cortés incluso convenció a los cuatro líderes de Tlaxcala a bautizarse y adoptar nombres españoles.


El 12 de octubre de 1519, Cortés y sus hombres, acompañados por 3,000 tlaxcaltecas, entraron a Cholula. Moctezuma intentó detenerlos pero no tenía suficientes soldados porque era una ciudad sagrada donde se confiaba en el poder de los dioses para su protección. Se dice que en la Masacre de Cholula murieron 30,000 personas. Este evento causó tanto terror en otras culturas Mesoamericanas, que el Imperio Azteca prefirió acatar las demandas de Cortés antes que ser masacrados.


Existe un gran debate acerca de la manera en que Moctezuma, el gran emperador Azteca, recibió a Hernán Cortés en Tenochtitlán. El relato de testigos españoles cuenta que Moctezuma los recibió con gran fastuosidad, cubriendo a Cortés con las flores de su propio jardín, el mayor honor. Otros historiadores argumentan que esto era imposible que un emperador considerado sagrado, se profanara entrando en contacto con un foráneo que venía sucio del viaje, en frente de sus súbditos. La contradicción entre el emperador arrogante y el humilde servidor de Quetzalcóatl ha sido un gran tema de discusión. 



Durante una celebración en Tenochtitlán y sin la autorización de Cortés, varios españoles atacaron y asesinaron a muchos miembros de la nobleza azteca, conocida como la Masacre del Templo Mayor. Algunos argumentaron que los aztecas planeaban matar a los españoles pero se cree que no existía ninguna amenaza real. La matanza provocó una enorme indignación y los mexicas se lanzaron contra el palacio donde los españoles se atrincheraron con Moctezuma de rehén. En respuesta, la ciudad se levantó en armas y procurando la paz, Cortés hizo que Moctezuma subiera a uno de los muros del palacio para que hablara con su gente. Sin embargo, una pedrada hirió a Moctezuma de gravedad durante su discurso y falleció un día después a causa de la herida. Se eligió a Cuitlahuac como su sucesor.
A Cortés sólo le tomó tres años tomar Tenochtitlán y es considerado el episodio principal de la Conquista pero el proceso en realidad tardó 60 años y hubiera tardado más si no fuese por las epidemias de enfermedades europeas que mataron al 75% de la población mesoamericana. 




 
Moctezuma dio hospedaje al español y sus 3000 aliados en el palacio de su padre y aceptó todas las exigencias de Cortés. Le entregó regalos de oro, eliminó dos ídolos del templo principal, lavó la sangre que manchaba las paredes de la gran pirámide e instauró santuarios a la Virgen María. Tras cumplir con esto, Cortés tomó prisionero a Moctezuma en su propio palacio y exigió una enorme recompensa de oro, lo que le fue entregado. La población de Tenochtitlán comenzó a sentir la presión de alimentar no sólo a los españoles, sino también a sus miles de aliados Tlaxcaltecas. 

 El 30 de junio de 1520 comenzaron una caótica huida de Tenochtitlán en la que más de 800 españoles y 5,000 aliados murieron atacados por los aztecas. Cuenta la leyenda que Cortés lloró por estas graves pérdidas en lo que se conoce como la Noche Triste.
Hernan Cortes y el Arbol de la Noche Triste

Tras una renovada alianza con los enemigos de los aztecas, Cortés sitió a Tenochtitlán durante ocho meses. Además de destruir su acueducto y cortar el suministro de alimentos, los habitantes de Tenochtitlán estaban muriendo rápidamente debido a la viruela, una nueva enfermedad que llegó desde Europa y mató a un tercio de los habitantes del valle en menos de seis meses. A pesar de la valiente resistencia, el 13 de agosto de 1521, la ciudad se rindió ante los españoles. Cortés personalmente torturó a Cuauhtemoc, el último emperador azteca, para forzarlo a confesar el escondite del oro de Moctezuma. El emperador jamás reveló esta información, tal vez porque tal tesoro nunca existió.

El Emperador Carlos V nombró a Antonio de Mendoza como el primer virrey de la Nueva España en 1535. 




IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE MEXICO

IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE MÉXICO
La Historia permite aprender los hechos del pasado para así comprender el presente y vislumbrar el futuro. Por eso es necesario que los niños y jóvenes conozcan las ideas y costumbres de  México, los sucesos relevantes que se presentaron a lo largo de los años, donde se vivieron momentos decisivos para lograr la igualdad de los seres humanos.

camino que ha recorrido nuestro México
Los ejes principales de la Historia son el tiempo y el espacio, ya que los hechos históricos una vez encontrados en el tiempo deben ser localizados en el  lugar donde ocurrieron y registrados geográficamente. Pero para que esto sea posible la Historia es auxiliada por ciencias como: la etnología, geología, geografía, antropología, química y física entre muchas otras.
El conocimiento histórico nos ayuda a entender que los seres humanos siempre se han organizado en grupos, tribus, pueblos y naciones en busca de solidaridad e identidad. Destaca la naturaleza social de los seres humanos y nos invita a conocer las lenguas, los rasgos étnicos, el territorio, las relaciones familiares y la organización política.
El estudio de la Historia de México y la comprensión de la misma crea la familiarización con los fundamentos de la cultura nacional.  Se obtiene un conocimiento más amplio sobre temas de interés como; las cuatro etapas de laIndependencia de México y la construcción de las leyes que hoy nos rigen, entre otros temas. La trascendencia de las diversas etapas históricas todas difíciles para nuestra identificación nacional nos brindan la oportunidad de entender los avances y atrasos en tecnología, economía, y las consecuencias e impacto que causa a nivel nacional e internacional.
La Historia se escribe día con día denotando nuestras carencias en muchos temas y presenta nuestros proyectos como nación para seguir avanzando. Es necesario reconocer que nuestro país posee tesoros culturales invaluables gracias a las etnias y culturas que han existido a lo largo de los años. Si logramos entender que México es un país pluricultural entonces se podrá lograr respeto y tolerancia ante la diversidad social.
Conocer la Historia de México permite que la sociedad adquiera la información sobre los procesos históricos que conforman al país, teniendo así la posibilidad de comprender la realidad política, social y económica que lo rodea para integrarse a cada uno de estos procesos de manera activa y así seguir escribiendo la historia de una nación.
Pero esto, en ocasiones no es posible desde mi punto de vista, debido a que desde la enseñanza básica no se tiene el gusto por aprender sobre la Historia de México, debido a que en la mayoría de las escuelas, esta materia es impartida a través de la elaboración de resúmenes, cuestionarios, exposiciones, memorización de datos y fechas que el alumno en ocasiones no comprende, puesto que no son temas vivenciales para ellos.
El conocimiento de nuestra Historia nos brinda una identidad como ciudadanos capaces de realizar aportaciones a nuevos pensamientos, ideales y actuar de una sociedad que evoluciona a pasos agigantados ante las nuevas tecnologías y la globalización.